MUJERES, 1
iii: museo ii
RETRATO
Yo no tenía este
rostro que tengo hoy,
tan calmado, tan triste, tan pálido,
ni estos ojos tan vacíos,
ni el labio amargo.
Tampoco tenía estas manos sin fuerza,
tan silenciosas, tan frías, tan muertas;
yo no tenía este corazón
que ahora nadie ve.
No sentí el cambio,
tan simple, tan cierto, tan fácil:
¿En qué espejo se perdió
mi imagen?
Cecília Meireles
ME QUIERO CASAR
Me
quiero casar
en la noche en la calle
en el mar o en el cielo
me quiero casar.
Busco una novia
rubia morena
negra o azul
una novia verde
una novia en el aire
como un pajarito.
¡De prisa, porque el amor
no puede esperar!
“Quero me casar”
Carlos Drummond de
Andrade
Y ALGUNAS VECES SUCEDE
Y
a veces sucede que ustedes son amigos y luego
no lo son,
y la amistad ha terminado.
Y se pierden días enteros y entre ellos
una fuente se desagua sola.
Y a veces sucede que eres amado y luego
ya no te aman,
y el amor ha pasado.
Y se pierden días enteros y entre ellos
una fuente se desagua sola en la hierba.
Y a veces quieres hablar con ella y luego
no quieres hablar,
y la oportunidad ha pasado.
Tus sueños se inflaman, y de pronto se desvanecen.
Y también sucede que no hay lugar adónde ir,
y después hay un lugar adónde ir.
Y luego te has pasado de largo.
Y los años se inflaman y se van
más rápidos que un minuto.
Así que no tienes nada.
Te preguntas si esas cosas importan y luego
dejan de importar,
y la ansiedad ha pasado.
Y una fuente se desagua sola en la hierba.
“And Sometimes it Happens”
Brian Patten
DOS SE CASAN
¿Así
que se casaron y vivieron
felices para siempre?
Tales exigencias extravagantes no está en el cielo
concederlas,
mucho menos la tierra, donde el amor cambia como el tiempo.
Digamos que se casaron, y vivieron.
“Marriage of Two”
Cecil Day Lewis
SE FUE
Todo
el mundo amaba a la Polla Lorimer en nuestra aldea.
A
gran distancia
todo
la amaban.
Porque todos amamos a una muchacha desenfrenada que se agarra
bien
de
un sueño que quiere.
Nadie sabe ahora a dónde fue la Polla Lorimer.
Nadie sabe por qué empacó su baúl... unas cuantas cosas
viejas,
y se fue,
se
fue con su minúscula barbilla
alzada
hacia adelante,
y
sus suaves cabellos meciéndose descuidadamente
bajo
un ancho sombrero,
bailarina, cantora, una riente amante apasionada.
¿Eran diez hombres o cien los que perseguían a la Polla?
¿Eran cinco hombres o cincuenta con doloridos corazones?
Todos
amaban a la Polla Lorimer
Nadie
sabe a dónde se ha marchado...
“Gone”
Carl Sandburg
LÁPIDA DE QUERUBINES
No
hubo anuncio en los periódicos:
sólo
una voz fría en el teléfono
diciendo que ella estaba casualmente muerta.
Alguien
susurró “sífilis”,
una invención sentimental.
Alguien
dijo
“ella era un rococó, un olivo florentino
cortado y desnudo debajo del cuerpo
de un capitán de football bolsista dormido
sobre las arenas de Miami”.
“Ella
lloró la miseria.
Divorciada de sedas, de pieles , y patentadas limusinas
niqueladas”.
Amaba
la desistida, tranquila seguridad,
durmiendo ocasionalmente con los hombres como si fueran
sueños exóticos.
“Maldita
Marie,
debías haberte apagado como una hilera de bombillas supremas
destrozadas con un pie de cabra”.
Esas
son las leyendas.
Los hechos son éstos:
(casi verdadero para una muchacha bella
que sostenía un vislumbre de medianoche en su cabellera)
La vi caminando con inolvidable desenvoltura
por Michigan Boulevard una mañana de otoño.
Murió
en serenidad lesbiana
ni caliente ni fría
hasta
que los castos miembros se endurecieron.
Desconecta el teléfono. Detén la comunicación.
“Tombstone with Cherubin”
Horace Gregory
EN EL MEDIO DEL CAMINO
En
el medio del camino había una piedra
había una piedra en el medio del camino
había una piedra
en el medio del camino había una piedra.
Nunca se me olvidará ese acontecimiento
en la vida de mis ojos tan fatigados.
Nunca se me olvidará que en el medio del camino
había una piedra
había una piedra en el medio del camino
en el medio del camino había una piedra.
“No meio do caminho”
Carlos Drummond de
Andrade
INSCRIPCIÓN PARA LA PUERTA
Ya
a mí no me quedan enemigos,
sólo unos amigos que se han retrasado.
Entras, no hay cerradura, colócate aquí
cerca del fuego y tomas asiento.
Tomaremos té. Y abres camino para el único paso
que lleva el corazón a la primera residencia.
Puedes tener noticias. Dime si nuestras naciones
giran pero detrás de cada una como las estaciones.
¿Por qué todavía están estos tres extraños arrodillados
sobre sus cenizas? Invítalos. Tráelos adentro.
Ellos pueden descansar aquí al lado de este fuego de carne.
Los niños duermen en las esquinas, tomando notas.
Una mujer se está cambiando de vestido en un cuarto de
arriba.
El nuevo vendaval está abastecido de madera esta noche,
sin dejar huecos en esta oscuridad
alrededor de nosotros; podemos escuchar los muertos cantando.
Ya a mí no me quedan enemigos,
sólo unos amigos que se han retrasado.
“Inscription for the Door”
Eugene Ruggles
Marinelly.com
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