MUJERES, 1
I

HOMENAJE

La mujer recogió su colección de zapatos rotos y anduvo el mundo, por el aire, preguntando:
          —¿Cuál es tu problema?
          —Dormir sin los pantalones —decían unos, jugando en las
              piedras con las olas.
Otros contestaban:
          —Mirar las estrellas cuando está lloviendo.
La mujer volvía, recogía los cabellos y preguntaba:
          —¿Cuál es tu problema?
          —Orar en la iglesia durante las bodas —dijo alguien,
             lavándose los pies.
Un grupo de marineros, que se reían del mar, contestaron a una voz:
          —Decirle poemas de amor al aire y a las mariposas.
          —Pensar en mi novia cuando despierto durante la noche
             —dijo otro.
Uno, que andaba vendiendo mariposas y pájaros muertos por las calles, dijo:
          —Desnudarme durante el almuerzo.
          —Reír en invierno —contestaron unos, durante las prácticas
              y los nombramientos de los vestidos más cortos.
          —Robarle el vestido a mi cuñada mientras duerme —dijo
             alguien.
Uno contestó:
          —Preguntarle a la gente qué quiere.
          —Decirle al pan fruta madura y a la fruta madura, agua
              —dijeron dos.
Un ciego que andaba descalzo dijo:
          —Subirme al árbol más alto para mirar las estrellas
             de cerca.
Otro no dijo nada. Se quitó torpemente los zapatos.
          —¿Y cuál es su problema? —preguntó.
Y ella respondió:
          —Ir por el mundo preguntando por el problema de la gente.

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