MUJERES, 1
iv


TEORÍA POLÍTICA

Se fue Mary, la estudiante universitaria.
Salió con destino a alguna parte,
haciendo escala en Nueva York:
olvidó nuestros besos en los pasillos de la universidad,
nuestras usuales discusiones en la cama.
Ella admiraba la política:
decía odiarme porque no conocía a Engels ni a Marx:
debía pedirle permiso para besarla.

Mary no está en mi país.
Decía quererme tanto como a la teoría marxista:
me invitaba a las reuniones del Partido
y me llevaba a la cama.

Mary, la estudiante, la política,
me ha dejado:
olvidó nuestros pleitos en la Facultad,
nuestras discusiones políticas:
prometía no dejarme nunca.

Pero me ha dejado:
parece que no me perdonó nunca
porque nunca pude pasearla en carro.




NADIE NOS DIJO NADA

Nadie nos dijo
que después de la paz vendría la guerra,
que el amor era sólo un torpe corredor de sueños blancos
que no terminaba en la puerta.
Presentíamos las batallas de los colores,
los abrazos rompiéndose detrás de las ventanas cerradas:
sabíamos que las lluvias de agosto
hedían a soledad
cuando nos encontraban en la cama.

Pero nadie nos dijo nada:
nunca pensamos en nosotros,
en los sueños blancos,
en lo que diría la gente
ni en los otros deseos y la cuenta en el banco.
Nadie nos dijo nada:
cuando llegaron ellos y los nombres crecieron
no sabíamos qué hacer,
cómo controlarlos,
cómo evitarlos:
no presentimos aquellas lluvias crueles de agosto
y ni siquiera creíamos en la guerra:
cuando llegó de pronto
nuestros sueños ya estaban armados de blanco en las calles
y los militares estaban detrás de las puertas.





AYER TARDE

Ayer tarde vinieron a buscarme:
después, preguntaron por dónde estaba el mar,
y luego se marcharon.

Ayer tarde, ellos decidieron marcharse
después de tantos años:
los sueños blancos los mata, quedan aplastados bajo ruinas
donde los enamorados sólo dejaron sus rabias y sus furias:
quieren irse lejos,
dejar lo que nunca fue suyo,
alejarse de estos días que les parecen tan largos.

Ayer vinieron buscándome:
los enemigos los echaron a tiros,
destrozaron sus palacios de papeles blancos,
violaron sus sueños de pocos años:
vinieron buscándome:
preguntaron por dónde estaba el mar
y luego, con los sueños en los brazos,
bajaron la escalera y se marcharon.





QUÉ BUENO QUE VIENEN

Decíamos: qué bueno que vienen.
Qué suerte: por fin vienen, decíamos.

Y empezaron a llegar: primero
con cargas de muertos, con balanzas, con guitarras y con sombre­ros.
Después, con manos cortadas sobre el hielo,
con los ojos flotando en el frío:
con muchachas transportadas durante el sueño.
Y no sólo vinieron ellos: vinieron otros
y, caramba, hasta con armas.

Decíamos: qué bueno que vienen.
Qué suerte: ya vienen, decíamos.
Pero cuando empezaron a llegar
quién sabe cuántas cosas improvistas pasaron:
cuántos rostros corrieron cargados de flores por las calles,
qué agosto más duro atravesó el reloj.

Y cuando se fueron, todos dijimos qué bueno,
y dimos gracias al cielo: tanto tiempo esperamos:
tantos dolores de cabezas y fe nos dieron.
Que suerte, dijimos: por fin se fueron.





SE LLENÓ LA CASA

Se llenó la casa: de hijos, de nietos,
de mujeres, de muchachas, de sobrinos, de estudiantes.
La casa se llenó de pronto.

Se llenó la casa: de espumas,
de melancolías, de pleitos por hombres y comidas.
La casa se llenó: de oficinas, de funcionarios,
de diplomáticos y de abogados.

Se llenó la casa: de ojos, de corazones mojados,
de pájaros volando, de funerales de caballeros blancos.
Se llenó la casa: de noticias, de caballos y de cristianos.




LUCES DETRÁS DE VENTANAS

Aquí siempre hay luces detrás de ventanas,
árboles ocultando deseos de amantes:
siempre hay viudas volando por el aire,
niños ocultándose de los padres.

También hay funcionarios, pasiones oscuras, caballos blancos,
personas temblando de amor detrás de ventanas cerradas,
enemigos generosos, documentos falsos:
siempre hay dónde comenzar la guerra,
dónde terminarla:
siempre hay una muchacha oscura
corriendo por cosas legales
que rompe los calendarios
y me espera en la cama.




SOBRE TRAPITOS SUCIOS

Ella tenía un caballo para subir al beso
—y sin embargo—
y un perro durmiendo detrás de la cama.

Son tantos los locos andando en la calle
y sin embargo
dos cuerpos abrazados,
comiéndose los ojos.
Y aquel acto de fe:
aquella solicitud de vecina, el coche
entrando por la puerta de atrás.

Era tan limpia, sobre todo en verano:
tenía entonces esa clara concepción del amor:
el sofá, el baño y después la cama.

Aunque claro también y a veces
quedaron trapitos sucios por ahí
que podrían levantar muchos ojos volando
y un escándalo del tamaño de cualquier fotografía de cumpleaños
o algunas murmuraciones, manuscritos
sobre explotación, inocencia y abogados.




LA IMPORTANCIA DE TENER AMIGOS

Casi nadie comprende la importancia
de tener amigos íntimos en nuestros días:
casi todos los tienen,
pero nadie lo entiende hasta mucho después,
cuando las cosas, bueno y el matrimonio,
andan sobre ruedas.

Casi nadie comprende la importancia
de tener amigos íntimos y modernos,
sobre todo en estos días:
por lo menos para que te informen
con quién sale tu esposa
o sobre tus defectos irreparables
o para que te inviten de vez en cuando
a reuniones sociales
donde un día te presentarán
al verdadero padre de tu hija la más pequeña.





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